Ponemos a vuestra disposición el comentario de texto referente a una de las obras de Machado más conocidas: Campos de Castilla.
Nunca está de más recordar que encontraréis el comentario realizado exceptuando la opinión personal, ya que consideramos que es única e intransferible. De todas maneras recuerden que si se preguntan: ¿Se trata de un tema de actualidad? siempre puede ayudaros en la redacción.
Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. ¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. No será, cual los álamos cantores que guardan el camino y la ribera, habitado de pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en hilera va trepando por él, y en sus entrañas urden sus telas grises las arañas. Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas de alguna mísera caseta, al borde de un camino; antes que te descuaje un torbellino y tronche el soplo de las sierras blancas; antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera. Antonio Machado - A un olmo seco de Campos de Castilla
Nos disponemos a comentar A un olmo seco, poema perteneciente a la obra Campos de Castilla de Antonio Machado publicada en 1912. España se encontraba en decadencia debido a diferentes acontecimientos históricos que sucedieron en la época como la crisis económica de 1929. Machado era el autor más joven perteneciente a la Generación del 98, que se caracterizaba entre otras cosas por mantener la identidad del país español, sobre todo a partir de Castilla y su pueblos y paisajes antiguos. Asimismo, renuevan todos los moldes de los géneros literarios como la nivola unamuniana, el esperpento de Valle Inclán o la poesía de Machado. Son contrarios al realismo, por ello, el pesimismo y la crítica social son parte de sus características en sus obras.
Antonio Machado nació en Sevilla en 1875, se traslada a los 8 años a estudiar a Madrid donde aprende el gusto por el paisaje que tanto caracteriza sus obras. Publica Soledades en 1902 y en 1907 Soledades, Galerías y otros poemas. Contrae nupcias con Leonor en 1909, pero tras dos años de matrimonio ella fallece. Se traslada a Burgos y en 1919 a Segovia donde es elegido como miembro de la Real Academia. Vuelve a trasladarse a Madrid y finalmente, muere el 22 de febrero de 1939 exiliado en Colliure.
La obra de Machado podría dividirse en tres etapas diferenciadas: la primera comenzaría tras la publicación de Soledades en 1903 caracterizado por cierto tono romántico y la presencia del llamado simbolismo francés, ella el principal tema se centra en el trascurrir del tiempo, la nostalgia del pasado y los recuerdos confusos entre el presente y el pasado; la segunda etapa se corresponde a Campos de Castilla (1912) donde comienza su poesía más histórica y donde el paisaje soriano cobra importancia gracias al detalle y las descripciones, el alma del poeta se caracteriza en forma de naturaleza y la decadencia de España se encuentra presente; la tercera y última etapa finaliza con Nuevas canciones publicada en 1924, en ella vemos como la crítica se acentúa y la muerte de su mujer Leonor cobra importancia.
En el poema Machado nos describe la transformación detalla de un olmo seco que se transforma con el inicio de la primavera. Se trata de uno de los olmos que solía observar cerca del Duero y que describe como «hendido por el rayo/ y en su mitad podrido,», con el inicio de la primavera el autor observa como el árbol es capaz de vencer su vejez dejando crecer en él «algunas hojas verdes le han salido.» Se trata de la personificación que hace el autor de su mujer Leonor a la que ve marchitarse debido a su enfermedad. Por ello, encontramos tópicos literarios como el Tempus fugit en versos como «antes que el río hasta la mar te empuje». Así nos muestra la esperanza que obtiene al ver la transformación del olmo, así como su deseo de que la primavera también llegue para su esposa.
En cuanto a la estructura interna podemos observar tres partes claramente diferenciadas; la primera correspondería desde el verso primero hasta el verso quinto, donde se describe la situación del olmo hasta que comienza a transformarse; la segunda parte del verso seis hasta el verso quince nos establece la comparación entre el olmo seco y el resto de olmos de los que se rodea en momento presente; y por último del verso 16 al 30, nos muestra el deseo de recuperación de dicho olmo que simboliza el deseo de recuperación de su mujer enferma, Leonor. La silva se compone de 30 versos heptasílabos y endecasílabos de rima consonante.
El texto se encuentra lleno de simbolismos del campo semántico de la naturaleza, encontramos el «agua» que, aunque sea símbolo claro de vida, también es la encargada de mediante el río conducirnos hasta nuestro final «lluvia de abril» «antes que el río hasta la mar te empuje» o la «primavera», símbolo de juventud y vida para mostrar el deseo de recuperación. En cuanto al léxico predomina el campo semántico de los colores «verde», «blanquecino», «amarillento» … o las relacionadas con la vejez «viejo», «carcomido», «polvoriento» … todo ello nos demuestra el paso evidente del tiempo. La utilización excesiva de los adjetivos solo pone de manifiesto la descripción detallada del paisaje propuesto por Machado. La escasez de verbos dota al texto de lentitud y el uso de indicativo permite diferenciar lo real de la posibilidad designada al subjuntivo. El uso de la personificación «¡El olmo en la colina/ que lame el Duero!», «álamos cantores», «Mi corazón espera/ también…» son utilizados para dotar de humanismo a la naturaleza y transformar así la transformación del olmo en la posible transformación que espera el autor de su amada. Los hipérbatos son también de importante mención, pues encontramos construcciones como «¡El olmo centenario en la colina / que lame el Duero!», cuyo orden lógico sería ¡El olmo centenario que lame el Duero en la colina! o «y en sus entrañas / urden sus telas grises las arañas.», cuyo orden lógico sería y en sus entrañas las arañas urden sus telas grises. Encontramos metáforas como «antes que rojo en el hogar», que hace referencia a la leña que se utiliza para dar fuego a las chimeneas, aunque, sin duda, la metáfora más importante es la de comparar el olmo seco con Leonor y su enfermedad que poco a poco la va marchitando.
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