Hoy hablaremos de La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. A pesar de que la obra se escribió en 1936 esta no fue publicada ni representada hasta casi diez años después en 1945 en Buenos Aires, Argentina, de la mano de Margarita Xirgu.
En La casa de Bernarda Alba se representa la "España profunda" de principios del siglo XX a través de la historia de Bernarda y su cinco hijas, que tras la muerte de su segundo marido, decide guardar el luto durante ocho años. Sus hijas no podrán salir a la calle y, además, deberán vestir de negro.
En la obra se presentan muchos temas que, como se ha comentado anteriormente, son un reflejo de una sociedad patriarcal en que las mujeres están relegadas a un segundo plano y sumisas ante las normas sociales que reflejan que sin un hombre no vale nada. Es por eso por lo que Bernarda mantiene a sus hijas apartadas y promueve el matrimonio entre Angustias y Pepe el Romano porque ahora que se han quedado sin un hombre en casa, están solas ante una sociedad que no las tiene en cuenta. Por otro lado, aparece el tema de las apariencias y el qué dirán. Esto lo vemos reflejado al final del tercer acto, también se refleja la importancia de la moral conservadora, a pesar de la muerte de Adela, lo que le preocupa a Bernarda es hacer entender que su hija ha muerto virgen:
Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio! (A otra HIJA.) ¡A callar he dicho! (A otra HIJA.) ¡Las lágrimas cuando estés sola! Nos hundiremos todas en un mar de luto. Ella, la hija menor de Bernarda Alba, ha muerto virgen. ¿Me habéis oído? ¡Silencio, silencio he dicho! ¡Silencio!El autoritarismo presente en la obra viene dado por la figura de Bernarda quien representa el poder dentro del seno familiar. Además, este poder viene dado por la ausencia de la figura masculina en la obra. Su nombre significa masculinidad y gran fuerza por lo que no es de extrañar que posea un carácter fuerte y decidido, controla y oprime a sus hijas hasta tal punto que encierra a una de ellas en su cuarto sin dejarla salir. Y esta opresión es lo que lleva a sus hijas a luchar por su libertad, sobre todo Adela. No obstante, cabe mencionar el personaje de María Josefa, madre de Bernarda, quien sin duda es una antítesis a su hija pues a pesar de su locura es esta, precisamente, la que le otorga la libertad que ninguno de los personajes femeninos posee.
Ahora pasaremos ha hablar sobre la estructura de la obra que está compuesta por tres actos:
Acto I: En este acto se nos presenta la historia y los personajes. Comienza con la muerte del segundo marido de Bernarda y el inicio de los ocho años de luto que esta impone.
Acto II: En este acto se inician los preparativos de la boda entre Angustias y Pepe el Romano cuya unión despierta la envidia en el resto de hermanas. Se descubre por parte de Poncia, la criada, que Adela también está enamorada de Pepe, a pesar de los consejos que le brinda a Adela, esta los desecha y la amenaza si llega a contar algo. El acto concluye con la rivalidad entre Adela y Martirio debido a que esta confiesa estar también enamorada de Pepe el Romano.
Acto III: En este acto se resuelven todos los conflictos que se han ido apareciendo a lo largo de la obra. En la primera escena Bernarda justifica la actitud del marido de Prudencia al renegar a su hija por una ofensa. Tras una cena, Angustias le hace saber a su madre el miedo que siente porque Pepe la pueda estar engañando. Su madre le contesta que no busque explicaciones. Adela y Pepe se encuentran en el corral, Martirio los descubre y los delata a su madre. Lo que ocurre a continuación es un momento cumbre en la obra pues cuando Bernarda procede a castigar a Adela, esta se rebela y le quita el bastón quitándole, así, el poder que ejerce sobre ella. Ante esto, Bernarda va a por una escopeta y se escucha un disparo. Se cree que ha matado a Pepe, aunque no es cierto, sin poder soportarlo, Adela se encierra en su cuarto y se suicida. La obra concluye con la misma palabra que pronuncia por primera vez Bernarda en el acto I, silencio.
Algo que caracteriza mucho a Lorca es la constante aparición de símbolos en sus obras, en La casa de Bernarda Alba encontramos los siguientes:
El contraste entre el blanco y negro: El blanco de las paredes contrasta con el negro de la ropa de los personajes. Si prestamos atención el blanco de las paredes parece que se desgasta a medida que se desarrolla la obra, por ejemplo, en el primer acto se describe «Habitación blanquísima del interior de la casa de Bernarda Alba», mientras que en el segundo acto «Habitación blanca del interior de la casa de Bernarda» y, por último, en el tercer acto «Cuatro paredes blancas ligeramente azuladas del patio interior de la casa de Bernarda». Este desgaste representa la perdida de la pureza de las hijas de Bernarda.
El bastón de Bernarda: El bastón es muy significativo pues es una representación clara de la autoridad y poder que tiene Bernarda frente a sus hijas. Cobra más significado en el tercer acto cuando Adela le arrebata el bastón a su madre representando su rebeldía y la perdida de poder de Bernarda.
El caballo: Representa lo masculino y el deseo sexual.
La luna: Es un elemento muy recurrente en las obras lorquianas. Representa la muerte pero también el erotismo.
Aquí les dejo tres comentarios de texto sobre la obra que les puede servir de ayuda:
Comments